Hola. Soy Cristina Simeone, del departamento de Selección y Ventas. Recuerdo muy bien la primera vez que caté los vinos de Huerto de la Condesa. Era un día de febrero y los rayos de sol invernal entraban por las ventanas de la sala de cata calentándome débilmente la cara. Sólo el primer sorbo ya me acarició, casi abrazándome, haciéndome sentir protegida en mi sitio. Sigue siendo un momento inolvidable. Todos los presentes nos miramos a los ojos sorprendiéndonos por el perfecto equilibrio entre fruta y frescura que encontrábamos en cada trago. Algo realmente llamativo si tenemos en cuenta que Huerto de la Condesa está en Ronda, sitio que precisamente no es el más fresco de España, como pude comprobar el verano pasado cuando les visité. Y fue justo allí cuando comprendí que la altitud de los viñedos, la pasión de Luis Cepedano, su propietario, y la expertise de Agustin Millán, enólogo y viticultor, hacen que estos vinos sean realmente mágicos. La Garnacha (otra rareza teniendo en cuenta la zona) es su bandera. Sola o mezclada con otras variedades como Syrah, Tintilla de Rota o Graciano derrocha redondez y sensualidad en vinos que siempre saben a poco. El calor y la generosidad del sur, tanto de su gente como de la propia tierra, es lo que me hace amarlos. Para mí ya son una obsesión. Si les das una oportunidad, estoy segura de que lo van a ser también para ti. |